viernes, 27 de mayo de 2016

No escupas al cielo porque te cae con baba…






Dicen por ahí que uno no debe decir nunca haré esto, o jamás haré lo otro, o yo no sería capaz de… Finalmente no sabemos lo que la vida tiene preparado para nosotros, a pesar de que muchas personas dicen que el destino se lo forja uno mismo, hasta cierto punto puede que tengan razón, pero hay cosas en la vida que uno no puede controlar, como los sentimientos por ejemplo, los accidentes, la muerte, el olvido…



Y así creces con las enseñanzas, inseguridades, temores y creencias que te transmitieron tus padres, llegas a la adolescencia pensando igual que un par de años atrás, la juventud sigue su camino, y estás ahí, siendo adulto, habiendo vivido pocas o muchas experiencias, pero ya eres capaz de reconocer y asumir que no todo lo que te enseñaron es necesariamente correcto o incorrecto, simplemente es lo que había en casa…



Ahora que tienes la madurez suficiente para aceptar que algunas acciones no son malas como te enseñaron en la iglesia, o te las decía tu mamá porque a ella se las dijo tu abuela, puedes elegir por ti mismo hacer lo que te haga feliz, sin importar el qué dirán y los prejuicios de los demás.



Aprendes a qué todo aquello que pensabas que no tenías el valor de hacer y reconoces con vergüenza que prejuzgabas, simplemente ahora lo haces porque se siente bien. Aprovechas cada minuto para sentir con intensidad la vida, no le tienes miedo al cambio, aprendes de las experiencias de gente que ya vivió más que tú, y te entregas al destino con esa intensidad que hace que olvides a los demás y por un momento solo seas tú y nadie más.
Aprendes a no pensar en las consecuencias de tus actos demasiado, solo vas y haces lo que deseas con el alma en ese momento, porque ahora ya sabes que solo hay una vida para experimentar, para equivocarte y volverlo a hacer, para sufrir hasta que reviente el corazón por dentro, y sabrás que ese dolor valió toda la pena del mundo porque viviste... y en ese momento sabes que no volverás a decir que no serás capaz de hacer algo diferente en tu vida, así que no escupas al cielo porque te cae con baba…